Graciela Martín, directora de la institución, explicó que del total de alumnos y alumnas, 30 son quienes están albergados de lunes a viernes en las instalaciones de la escuela. Además detalló que el alumnado proviene de localidades como Pedernal, Los Berros y Divisadero.
“Es una experiencia hermosa tener una escuela con esta infraestructura. Hemos padecido el poco espacio edilicio, mucho frío y todas las inclemencias del tiempo. Contar con un edificio de esta categoría es un sueño hecho realidad y realmente lo anhelábamos muchísimo”, dijo Graciela.
La obra, a cargo de la Dirección de Infraestructura Escolar, se llevó a cabo en dos partes diferenciadas. Por un lado, se realizó la intervención en la construcción existente y por otro, en la obra nueva de ampliación.
El sector de existente, refuncionalizado y refaccionado, dio origen a los siguientes espacios renovados:
Sala de Recreación.
Enfermería.
Dormitorio para celador de mujeres con sanitario.
Sala de Estudio.
Depósito.
3 dormitorios para el albergue mujeres.
En tanto que a través de la construcción nueva se crearon:
6 Aulas comunes.
Hall de Acceso.
1 Grupo sanitario para ambos sexos y sanitario para personas con discapacidad.
1 Grupo sanitario en sector de nivel inicial.
1 Sala artística.
1 Sala de nivel inicial.
1 Sala juegos didácticos.
1 Área de gobierno: con Dirección, vice-dirección, administración, office y sanitario.
1 Sala de profesores.
1 Taller multipropósito-Sala de industrialización.
1 Centro de Recursos-Sala de Informática.
1 SUM con cocina, depósito y economato.
Acceso diferenciado a Sector Albergue.
1 Grupo sanitario para albergue de varones con duchas.
1 Grupo sanitario para albergue de mujeres con duchas.
1 Sanitario para personas con discapacidad (Albergue).
6 Dormitorios de varones.
3 Depósitos.
1 Sala de estudio.
1 lavadero con sector de tender.
1 casa de Director: estar-comedor, cocina, 2 dormitorios, sanitario y patio.
Rampas y Circulación.
Torre de tanques, sala de bombas y sector para tanques GPL.
1 Patio Polideportivo-Patio Cívico.
1 Patio de Juegos de Nivel Inicial.
Calle Interna.
Graciela explicó que la escuela cuenta con Nivel Inicial, salita de 4 y 5 años, Nivel Primario (de 1° a 6° año) y Ciclo Básico Secundario Rural Aislado (comprendido por 1°, 2° y 3° año). Finalmente, respecto a cómo se sienten los y las estudiantes, la responsable destacó: “Para nosotros es hermoso tener un edificio con tanto confort y que nos ha ayudado en nuestra tarea diaria. Los chicos están muy felices y trabajamos juntos en el mantenimiento y cuidado”.
Cuando el hogar es la escuela
Rosana Lara, es profesora de Tecnología y maestra celadora en la Escuela Josefa Ramírez de García.
Su trabajo en la institución se extiende más allá de las 8 horas formales que cumple en diversos turnos semanales: “Trabajamos con horarios rotativos. Esta semana vengo en la mañana y me voy en la tarde. La próxima, vengo en la siesta y me voy en la noche. Para terminar la rotación trabajando en la noche. Sin embargo, cuando nos vamos de la escuela seguimos en tarea. Si necesitamos comunicación telefónica o materiales, mis compañeras me llaman”.
Rosana comparte algunas de sus horas de trabajo en un Taller de Manualidades y Reciclado. “Trabajamos en grupos reducidos con poco material comprado como papel, cintas, lana y parafina. Lo que más usamos son botellas y plásticos. Como la escuela ha estado en construcción, le pedimos al personal de la empresa caños y fierros. Uno de los chicos construyó, con la ayuda del celador, un carro para trasladar los alimentos desde la cocina hasta el comedor”.
Respecto a la convivencia, Rosana comentó: “Los tiempos cambian y los chicos también. Hay días que son difíciles. Pero hay que entenderlos porque son chicos que carecen de muchas cosas. No es lo mismo ser maestra de 4 horas que convivir con ellos. Tu labor es ser mamá”.
El nuevo edificio de la escuela ha sido una grata experiencia para los chicos y las chicas de la comunidad. “El tener calefacción es mucho para ellos. Por eso no quieren volver a sus casas. Ellos se sienten bien acá, se sienten contenidos, tienen actividades y comodidades. Siempre recordamos que la alumna más chiquita que albergada no quiere volver a su casa, se quiere quedar”.
Para terminar, Rosana Lara definió qué significa su trabajo y la escuela: “la labor del celador es muy amplia. En mi caso y para resumirla es ser mamá de 30 chicos y chicas que van desde los 6 a los 16 años. Escuela Albergue es un título. Para nosotros es casa y para ellos también”.