
La oxígenoterapia es un tratamiento de prescripción médica en el que se administra oxígeno en concentraciones elevadas con la finalidad de prevenir o tratar la deficiencia de oxígeno (hipoxia) en la sangre, lás células y los tejidos del organismo, aunque su principal indicación es para la insuficiencia respiratoria crónica.
Por su parte, la aerosolterapia se utiliza para administrar fármacos (esteroides, antibióticos y broncodilatadores) directamente a los pulmones. Aquí los fármacos actúan en forma más efectiva para combatir la inflamación de las vías respiratorias, causada por afecciones respiratorias como el asma o la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Un nebulizador genera la vaporización de micro gotas (aerosol) de la medicación prescrita, las cuales llegan a los alvéolos pulmonares (pequeñas estructuras en forma de bolsas en el extremo de los bronquiolos). La vaporización también puede utilizarse para transportar la medicación disuelta en un polvo fino.
El doctor Quiroga Barragán sostuvo que “la oxígenoterapia es un tratamiento que lo pueden tener pacientes de todas las edades. Si bien existen prejuicios y mitos de adicción, no es una droga es un componente normal de nuestro organismo normal de nuestro organismo. Se indica en las enfermedades crónicas domiciliarias respiratorias, por ejemplo EPOC, fibrosis pulmonar, etc”.
Hablando de la aerosolterapia, el disertante aclaró que “hay medicamentos que se pueden inhalar. Tienen cierta preeminencia en las estaciones de primavera (asma) y en invierno (las exacerbaciones o agudizaciones de enfermedades crónicas como EPOC). Son de altísimo rendimiento, llegan al lugar que se los necesitan en una dosis suficiente sin llegar al resto del organismo”.
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