Nunca llegaron los cargos para los radicales

La queja muda de los radicales por los cargos que no llegan
Con una metáfora futbolera resumió el quid de la cuestión: "si cometo un foul, se van a ir a quejar a Buenos Aires y se termina todo". Así explicó un alto dirigente radical sanjuanino el delicado momento que atraviesa la relación de los dos socios principales de Cambiemos en la provincia.

La demora y las señales nulas de designaciones en cargos nacionales para miembros de la UCR, contrasta con los nombramientos de los macristas del entorno más cercano del presidente del PRO y diputado nacional Eduardo Cáceres, y el secretario general del partido amarillo, Enzo Cornejo.

En el comité central de Avenida Córdoba es tema frecuente de discusión, copiando el mismo malestar que a nivel nacional, cada vez con menos disimulo, ventilan dirigentes de distintas latitudes del país.

Pero, micrófono encendido, todo el mundo se llama a silencio, con la intención de no quemar los puentes. Todavía hay esperanza de designaciones, aunque más por la vía nacional que por los contactos con Cáceres, según reconoció una alta fuente radical.

Hay un par de expectativas dando vueltas todavía. Una, guardada bajo siete llaves, tiene que ver con el salto de María Luisa Velasco a un cargo nacional. Sin embargo, la posibilidad de que alguien obstaculice el nombramiento determina que no trasciendan los detalles. Hasta que sea un hecho consumado, habrá secreto.
La otra expectativa gira en torno de los contratos que volteó la gestión macrista y que pertenecían al kirchnerismo. Calculan dentro del radicalismo que al menos una parte de ese volumen será repuesto en algún momento. Pero saben que habrá que esperar con paciencia. Algunos aguardan lugares de conducción. Otros, un apenas un ingreso que permita arrimar "una milanesa a la heladera”, graficó la fuente.

Que el hermano del diputado nacional, Gerardo Cáceres, haya quedado como secretario de bloque Juntos por San Juan (la versión local de Cambiemos) en la Legislatura resultó lógico tanto para el diputado radical Eduardo Castro como para el diputado de Dignidad Ciudadana Fernando Moya. Habiendo quedado afuera el candidato proporcional del PRO, Fernando Patinella, el código político justificaba ceder ese cargo al partido amarillo.

Pero hubo otras designaciones que obviaron a referentes del radicalismo y la presión empezó a sentirse en las reuniones partidarias. Por ejemplo, el nombramiento de la esposa de Cornejo en un alto cargo de PAMI, a pesar de que no tiene experiencia previa en el ámbito de los jubilados.

Se llama María Itatí Almirón y ya tiene resolución designándola al frente de la Coordinación Administrativo Contable de la obra social de los adultos mayores, al igual que otro militante del PRO, Jorge Pelayes, para quien crearon un cargo superior denominado Coordinador Ejecutivo Local.

Sin embargo, una fuente interna confirmó que el titular de PAMI, el basualdista Julio Pascual, puso el grito en el cielo –o mejor dicho, en Buenos Aires- y habría logrado frenar el alta, para hacer caer ambas designaciones. Por ahora, la historia quedó con final abierto.

El reclamo de Pascual radica en que la esposa de Cornejo carece de un título de grado habilitante para ejercer la Coordinación Administrativo Financiera. No es contadora ni licenciada en administración de empresas o en economía. Ídem Pelayes.

Los humores revueltos dentro de PAMI tampoco son secretos para los radicales, que abrigaban esperanzas de obtener alguna posición ahí. Tampoco es ajeno al malestar de Pascual el senador Roberto Basualdo, aunque se ha mantenido al margen hasta ahora.

Fuera del radicalismo, también quedó esperando el fundador de ACTUAR, Rodolfo Colombo, anunciado como futuro gerente de ANSES en San Juan en diciembre. Casi 100 días después del cambio de gobierno, el nombramiento seguía en veremos. Pero el ex candidato a intendente no desesperaba, habiendo sido convocado a una reunión en Mendoza especialmente para hablar de la oficina previsional.

Pero volviendo a los radicales y su protesta enmudecida, cabría anotarles la designación de Mario Capello como subsecretario nacional de Desarrollo Minero, cargo de tercera línea dependiente del Ministerio de Energía, Minería y Combustibles. Pero el ingeniero tiene sus propios recursos políticos y contactos en Buenos Aires, que le permitieron prescindir de terceros en la operación política.

Todo es materia de discusión interna, a puertas cerradas. Hacia afuera, la cordialidad no se ha roto. El fair play manda al menos por ahora.

Malestar nacional

Las expectativas frustradas no son exclusividad de los radicales sanjuaninos. Una alta fuente partidaria reveló que también en Buenos Aires se escuchan las quejas –con más o menos disimulo- provenientes de distintas partes del país. El motivo siempre es el mismo: una aspiración no satisfecha de integrar el gobierno de Cambiemos.

Contó la misma fuente que nada menos que el presidente del bloque UCR en Diputados de Nación, Mario Negri, puso el grito en el cielo cuando le "mexicanearon” algunas designaciones en su provincia, Córdoba. Traducido de la jerga política: le hicieron nombramientos en su distrito sin consultarlo. No le gustó, más allá de que poco y nada haya trascendido al respecto.

Consciente de las tensiones internas, el mismísimo Mauricio Macri reunió a los legisladores de Cambiemos en la Quinta de Olivos el miércoles 17 de febrero por la noche. Les pidió amplitud y generosidad a la hora de convocar a todos los sectores, en busca de generar consensos dentro del parlamento.

El 15 de febrero en Clarín, el periodista Marcelo Helfgot definió dos grandes grupos de radicales. Por un lado el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el vice bonaerense, Daniel Salvador, piden "cambiar el chip de opositores” y convertir a los legisladores de Cambiemos en "soldados” del Gobierno, porque el futuro de la UCR está atado al éxito de Macri en la gestión.

Por otro lado están la mayoría de los legisladores y algunos intendentes, como el cordobés Ramón Mestre, quienes abogan por recuperar "identidad y visibilidad”, sin sacar los pies del plato oficialista.

Todos reflejos de una delicada relación. En San Juan, por lo pronto, identifican los roces dentro de las terceras y cuartas líneas. Disculpan a la conducción nacional por los desentendimientos. Macri y su entorno tienen urgencias mucho mayores que repartir cargos o, más profundamente, democratizar la gestión.
Fuente:Tiempo de San juan
Artículo Anterior Artículo Siguiente