Los destrozos en el sur del departamento

Una vez que comenzó a absorberse el agua acumulada entre los cultivos, los productores pudieron observar los daños ocasionados tras las inclemencias de viento y lluvia. Es que en la madrugada del martes llegó un viento que dio vuelta los campos de Tres Esquinas y algunos de Las Lagunas, en Sarmiento. ‘Fue impresionante, nunca vi un viento así. No se salvó nada, se armó justo en la esquina Sur de la finca y se hizo como una herradura que se fue llevando todo’, explicó con angustia Gustavo Galvez, un viñatero que cuenta con 97 hectáreas de viñedos. La pena de los trabajadores no es sólo de ver por el suelo la cosecha que estaban a punto de levantar sino que ‘las plantas quedan maltratadas y al año siguiente no tienen fuerza para dar la cantidad que daban’, aseguró Galvez. Es decir que las consecuencias se sufrirán este año y en los frutos del 2017, cuando se encuentren, con suerte, con un cuarto de lo obtenido en años anteriores.
Sin embargo no es el único perjudicado, porque como él hay unos 109 casos más que lamentan melones y sandías picadas. Aunque sin dudas la mayor parte del daño se la llevaron los parrales. Así lo explicó Raúl Bertomeu, el nuevo director de Producción de Sarmiento, quien agregó que son los números que estiman según los llamados que recibieron pero aún no terminaron con el recorrido en los campos. ‘De los perjudicados, el 70% serán trabajadores de viñedos (77 productores), mientras que el 25% corresponde a siembra de melón y el 5% son de sandía’, explicó el director. En melón y sandía los trabajadores son 28 y 5, respectivamente. ‘El relevamiento lo hacemos por productor pero en hectáreas serán entre 400 y 500 hectáreas de vid, unas 70 de melón y de sandía alrededor de 9 hectáreas’, estimó Bertomeu. Este total de hectáreas calculan que es el 10% de toda la producción sarmientina.

No hay que olvidar que quien pisa el campo para cuidar los cultivos no son los únicos que viven de eso, ‘en mi finca trabaja mucha gente y son 12 familias que se solventan con estas ventas’, explicó Galvez. En este caso, la pérdida se sintió en unos 2 millones de kilos de uva, que en dinero debe estar cerca de los $300 mil. ‘Para el año que viene esas plantas van a dar como mucho 500 mil kilos’, aseguró el viñatero. ‘Cualquier señor que quiera madera se la regalo, que se lleve gratis todos los álamos que cayeron, pero que me dé una mano para reconstituir mi parral que encima es el más fructuoso de la finca porque daba cerca de 140 mil kilos’, lamentó el viñatero De la Torre. 

Orlando Villaplana es uno de los que lamentan daños en hortalizas y confirmó que se le estropearon unos 150 mil kilos de sandías y unos 50 mil melones.
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