Argentina Digital surge oportunamente en la industria de las telecomunicaciones del país, como una suerte de émulo del proyecto México Digital, en donde ambos comparten en esencia los mismos objetivos: eliminar la brecha tecnológica en la nación y mejorar la infraestructura actual, invirtiendo y modificando desde la médula las regulaciones en materia de telecomunicaciones para fortalecer el crecimiento del mercado. Algo que para el caso de la Argentina representa un reto con ciertas peculiaridades, en razón del momento que vive actualmente el sector, los incidentes y conflictos que existen actualmente en las diversas ramas de la industria, y los servicios de telefonía móvil, que representan uno de los puntos cruciales de esta iniciativa.
Es oficial ya, este martes 11 de noviembre, y hasta el día 15 del mismo mes, los senadores escucharán a especialistas en telecomunicaciones, integrantes de cooperativas y miembros de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), que alimentarán el debate sobre la iniciativa que busca establecer un nuevo marco regulatorio para las telecomunicaciones fijas y móviles, en ese proyecto conocido como Argentina Digital, representando con ello el primer paso hacia la generación de nueva ley de telecomunicaciones, un asunto que no ha tenido modificaciones sustanciales desde 1972. El punto más controvertido de esta aventura será sin duda la incorporación de dinámicas de convergencia en la regulación del sector, ya que Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual vigente no contempla los cambios digitales del sector bautizado como "infocomunicacional", compuesto por lo audiovisual y sus cruces con internet, así como con telecomunicaciones.
En paralelo al proyecto Argentina Digital la licitación del espectro para el uso de Redes 4G LTE sigue su curso, en un escenario de urgencia para la industria de telefonía móvil en el país, con una red 3G saturada y con claras señales de insuficiencia para sostener el ritmo de desarrollado de un mercado que va mucho más rápido que sus legislaciones. La reforma en telecomunicaciones es necesaria, y se cuentan ya con suficientes antecedentes para proyectar que será un trayecto largo, con demasiados giros y bastantes puntos que será necesario mejorar sobre la marcha.
Uno de los posibles beneficios de este proyecto sería el estímulo del sector, abriendo a participación a nuevas compañías que podrían cambiar el orden actual de la oferta y demanda en los servicios, modificando las tarifas a favor de sus usuarios. Sólo el tiempo demostrará sí se cumple.
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