Nota al Sarmientino Ema Más en el Olé

Mas recibió a Olé en su casa, junto a sus perros.


Autor de un doblete ante el Bolívar, tiró: "Jamás imaginé esto".

Esta lejos, muy lejos de ser la gran figura que resultó en el 5-0 ante el Bolívar. El coqueto barrio de Las Cañitas hace un contraste profundo con su sencillez. Ese Emmanuel Mas que gastó gargantas cuervas en la noche del miércoles es el mismo que baja a abrir la puerta de su edificio compartiendo con Olé su intimidad familiar. Es el mismo de siempre, con ese jopo que promete hacer desaparecer si la conquista de América se hace realidad. El que disfruta de la tranquilidad de su casa junto a Lucrecia, con quien se casó hace seis meses, seguidora en detalle de su carrera ( NdeR: durante la nota le confirma que el 9/7/13 fue la fecha exacta en la que llegó al Ciclón y, mientras fríe unas milanesas para el almuerzo, le corrige que los goles convertidos en su ex club, San Martín de San Juan son cuatro). El olor a hogar lo completan sus dos sobrinos: Gonzalo, de ocho años y Francisco, de 15, que vinieron con una linda banda de familiares desde su San Juan natal. La pareja se hospeda en su casa, compartiendo techo con sus dos bull terrier, Koda y Kenia, que son casi como hijos para el zurdo que hasta tiene una caricatura de la familia canina encuadrada en el comedor...
-¿Dormiste a pesar de haber convertido tu primer doblete y en un partido tan importante?
-Sí, soy muy tranquilo. Por ahí te quedás con un poco de adrenalina y jugás un rato con la tablet o la compu hasta que te agarra sueño, pero sólo eso. Y lo de goles es algo loco. Increíble. Pensar que en San Lorenzo tengo cuatro goles, y tres fueron de cabeza. Son los únicos que convertí de esa manera. Encima, llevo un año acá y ya alcancé la misma cantidad que tenía en San Martín de San Juan en cinco años. Nunca lo hubiera imaginado...
-Los dos goles fueron medio parecidos pero, ¿cuál fue más lindo?
-El segundo me pareció más lindo porque la pelota entra en el ángulo. Nacho (Piatti) y Orti me cargaban en el vestuario, pero la quise poner ahí. Es que cuando le pegan de esa forma, con sólo peinarla le cambiás la dirección. Cuando vi cómo venía fui directo a tratar de hacer eso.
-¿Te sorprendió el flojo nivel del Bolívar?
-La verdad que sí. Para mí es uno de los mejores equipos de la Libertadores y por algo llegó hasta acá. Creo que sintieron mucho la ausencia de Ferreira. Además, nosotros los presionamos de arranque, les hicimos un gol de entrada y realizamos un gran desgaste que a ellos no les permitió hacer uso de la buena tenencia de pelota que tienen.
-En los días previos, ¿Ustedes se imaginaban que podían ganar 5-0?
-No, tanto no... Sí estábamos confiados en sacar una ventaja considerable. Igual, tenemos en claro que conseguimos algo importante, pero que no podemos confiarnos. No es que me ponga el cassette, pero nos quedan 90 minutos por jugar y con el condimento de la altura...
-¿Tanto afecta?
-La verdad es que mi única experiencia fue en esta Copa, en Quito, ante Independiente del Valle. Ahí es más bajo, pero se siente. Igual, para mí es más piscológico que otra cosa. Hay que trabajar mucho la cabeza y tomar algunos recaudos, pero adentro de la cancha somos 11 contra 11, como siempre.
-¿Cómo se encara el partido de vuelta sabiendo la diferencia que consiguieron en la ida?
-Igual que cualquier otro. Tenemos que pensar que vamos 0-0, y no en la ventaja que tenemos. Estamos tranquilos y con mucha fe de poder hacer un gran partido, sabiendo lo que no estamos jugando...
-Saben que se están jugando entrar en la historia grande del club...
-Claro. Y este plantel quiere lograrlo. El año pasado conseguimos el torneo local y ahora vamos por más.
-Del penal que cometiste sobre la hora en Ecuador al doblete en las semifinales, ¿pasaste del cielo al infierno?
-No, siempre digo que tener errores en la vida es lo mejor que te puede pasar, porque esas situaciones son las que te permiten evolucionar y crecer. No las tomo como equivocaciones, sino como un paso adelante. Al principio me costó adaptarme, era una cuestión de tiempo, que mis compañeros conocieran cómo jugaba. Por suerte ellos, al igual que los hinchas, siempre me demostraron su apoyo y pude soltarme. Por suerte ahora me siento muy bien.
-¿Contame de la promesa que hiciste en caso de que San Lorenzo gane la Copa Libertadores? (Se sonríe)
-En realidad, lo que pasó es que me gastan con el pelo, con la barba... Ahora tengo la cabeza en cosas más importantes que afeitarme, y no me creen que el tema de la barba no es cábala. Me la dejo porque me gusta como me queda. En San Juan por ahí me peinaba más, pero ahora sólo pienso en jugar. Tanto me hincharon que le dije a Campa (entrenador de arqueros) que, si ganamos la Copa, me rapo. Así que ya está, si se nos da, voy a hacer la gran Howard, el arquero de Estados Unidos en el Mundial: andaré pelado y barbudo, ja.
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