Un viejo depósito de la CAVIG que funcionó hasta los noventa hoy por hoy es un "aguantadero" según testigos.
El lugar es colindante a Osse , está bajo suelo y tiene entradas tanto por calle Barboza, como por Uruguay.
Los vecinos de loteos cercanos afirman que en ese lugar, en el que a otrora depositaban vino, jóvenes se juntan a drogarse, beber alcohol, tener relaciones, hacer fiestas clandestinas e inclusive a guardar objetos robados.
Los mismos vecinos cuentan que son robados constantemente por los visitantes de la locación.
Temen que pasen a mayores por el libre albedrío que impera en el lugar, al estar bajo tierra y en una zona oscura es el sitio ideal para que los delincuentes hagan de las suyas.