Posteriormente, les cuentan que, debido al contexto pandémico, deben realizar una actualización de sus posnet para poder seguir operando. Para ello, deben seguir una serie de instrucciones. Finalmente, les hacen pasar una tarjeta por el aparato y terminan transfiriendo dinero o solicitando un préstamo, cuyo dinero termina en la cuenta bancaria de los embaucadores.
Desde 19.000 a 100.000 son los montos que terminaron perdiendo los comercios a raíz de esta nueva modalidad delictiva, aprovechando el contexto de pandemia por el coronavirus. Ante esta situación, desde la Policía de San Juan recomiendan que, ante una llamada así, les corten y se comuniquen con el número que tengan de los proveedores para verificar si es cierto que necesitan una actualización de los posnets.
Fuente:tiempo de San Juan
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