Fantasmas en el Lloveras

Hace unos años, el viejo Hospital Ventura Lloveras, abandonado, tras una devastadora inundación, se convirtió en el refugio de varias familias desplazadas. Sin embargo, lo que parecía un alivio pronto se transformó en un escenario de vivencias inexplicables y encuentros con presencias de otro mundo.

 Romina, una joven de 19 años, enfrentaba cada noche un perturbador misterio. A partir de las tres de la mañana, escuchaba los siniestros sonidos de un bebé gateando por los pasillos. Una madrugada, decidida a resolver el enigma, se aventuró a espiar. A pesar de escuchar los inquietantes ruidos, no lograba divisar al niño. Temerosa, se resguardó en un baño, observando a través de la cerradura. En un giro sobrecogedor, vio cómo un bebé atravesaba a toda velocidad una pared. El impacto de esta imagen la sumió en la inconsciencia, sin memoria alguna de lo ocurrido.

 Celeste, una madre de 23 años con tres hijos, mantenía una rutina matinal en el viejo hospital. Sin embargo, una mañana, en el estacionamiento, presenció una escena desconcertante. Una anciana de alrededor de 80 años, vestida de negro y con una capa, parecía rendir culto a una entidad desconocida. Mientras rezaba, Celeste notó con horror que la anciana estaba suspendida a centímetros del suelo. Asustada por esta visión, corrió a abrazar a sus hijos, con lágrimas en los ojos.

 Marcela y Agustina, amigas desde la infancia, compartían habitación en el hospital improvisado. En un intento por guardar recuerdos, capturaron imágenes en la entrada del hospital. Al revisar las fotografías, se percataron de la presencia de otra chica, de unos 15 años, que nunca estuvo presente durante la sesión. 

 Así, numerosas historias flotaban en el ambiente del viejo hospital: lamentos, gritos, la presencia inquietante de bebés y apariciones inexplicables, creando un aura de terror insondable.


Artículo Anterior Artículo Siguiente