Estuvo preso 86 días por una mentira

 Pasó casi tres meses preso, incluso celebró o lloró su cumpleaños entre rejas, todo por culpa de su hermana mayor que lo acusó de herir a su sobrino y de amenazarlos de muerte. Lo increíble fue que aparecieron las dudas en el proceso penal y después se desvirtuó la denuncia contra el changarín, tanto que el fiscal desistió de continuar con la causa iniciada en la Unidad Fiscal de Investigaciones CAVIG. Este jueves, una jueza de garantías resolvió liberar al imputado y de esa forma éste pudo volver a su casa en Sarmiento.

Es la insólita historia de Matías Garay, un obrero rural con discapacidad motriz que cumplió sus 31 años en un calabozo, durante 86 días que pasó encerrado en la Subcomisaria de Los Berros en Sarmiento. Es otro caso de una falsa denuncia que terminó con la detención de un inocente y en el cual la Justicia tuvo que dar marcha atrás.

Esto comenzó el domingo 4 de julio último a raíz de una discusión familiar entre Matías e Isabel, su hermana mayor, en su casa en Colonia Fiscal Sur. Un entredicho en el que también participó el hijo de la mujer, que tuvo otro cruce con el muchacho y culminó en un escándalo familiar. Lo cuestión fue que, después, la mujer denunció a su hermano Matías de haberle dado dos puntazos a su hijo –sobrino del denunciado- con un palo. Un médico constató las lesiones. Y con esto, el martes 6 detuvieron al changarín de 30 años.

El fiscal Juan Manuel Gálvez tomó la causa y formalizó la imputación en base a la afirmación de la denunciante, de su hijo y al informe médico. No podía no creerles. De hecho, dispusieron que Garay permaneciera detenido mientras se investigaba la causa por los delitos de lesiones leves y amenazas. Además, el denunciado tenía el mal antecedentes de una condena -ya cumplida- por droga.  

En su defensa, el muchacho afirmó que no había agredido a su sobrino y, por el contrario, él había sido el herido. Contó que el adolescente le dio dos puntazos con un cuchillo, pero que no lo denunció. Sonó a que sólo era una excusa, de modo que continuó preso y los días pasaron. Es más, Matías pasó su cumpleaños detenido. A la vez, la investigación empezó a revelar grietas.

Fueron claves las declaraciones de dos testigos presenciales y el planteo del abogado Pablo Rampulla, que no aceptó ningún acuerdo de juicio abreviado y quiso ir a juicio para demostrar la inocencia de Matías. La madre del detenido y la denunciante, como un inquilino de la familia, tiraron por tierra la primera versión. Ambos dijeron que los hechos no sucedieron como denunció Isabel Garay y que, en realidad, Matías fue la víctima porque recibió dos puntazos de su sobrino. Esto fue crucial para dar un giro total en la causa.

Así se llegó a la audiencia de este jueves ante la jueza de garantías Verónica Chicón. El fiscal Juan Manuel Gálvez expuso la situación, al igual que el abogado Rampulla, y expresó que no se pudieron acreditar los hechos denunciados, que surgían contradicciones y no habían pruebas contra Matías Garay. Por esto pidió no proseguir con el proceso y solicitó el sobreseimiento del imputado. La jueza Chacón estudio el caso y resolvió liberar al muchacho que pasó casi tres meses preso. El changarín casi lloró en la puerta de tribunales y se abrazó con un hermano que lo aguardaba en la vereda. Este mismo jueves regresó a su casa en Colonia Fiscal Sur,  donde tuvo que encontrarse con la hermana que lo denunció.

Fuente:Tiempo de SJ


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