El pasado 5 de noviembre, Mario Daniel Díaz, un exconvicto de 41 años con antecedentes penales por drogas y hurto simple, llevó la violencia contra su esposa a niveles inimaginables en un episodio que ha conmocionado a la comunidad de Sarmiento.
La víctima, con quien Díaz mantenía una relación de dos años, casados durante ese tiempo, fue sometida a un brutal ataque físico y sexual en la precaria vivienda que compartían.
El incidente se desencadenó alrededor de las 3 de la madrugada, cuando la mujer se encontraba enviando mensajes de texto a una amiga. Díaz, bajo los efectos del alcohol y las drogas, acusó a su esposa de estar comunicándose con otro hombre y trató de arrebatarle el teléfono.
Ante la negativa de la mujer, la situación escaló rápidamente cuando Díaz la persiguió alrededor de la mesa y luego la arrastró violentamente dentro del rancho.
Una vez dentro, la mujer fue brutalmente agredida, llegando a ser golpeada con el cabo de un machete. Cuando se encendió la luz en la vivienda, Díaz quedó horrorizado al ver las terribles lesiones que había infligido a su esposa; incluso le había arrancado un diente y uno de sus párpados "quedó colgando".
En un intento por encubrir la agresión, Díaz y la víctima acordaron llamar a la Policía y fingir que había sido víctima de un asalto. Llamaron a la hija de la mujer y al 911 para reportar el falso ataque, pero pronto Díaz cambió de opinión y temió que no le creyeran, por lo que cerró el rancho con candado por fuera y la llevó a un lugar apartado en el campo, donde permanecieron ocultos durante aproximadamente 4 horas.
Durante ese tiempo, Díaz intentó tener relaciones sexuales con la mujer, quien se negó. Sin embargo, debido a su debilitado estado físico, no pudo resistirse y fue abusada sexualmente. Tras el abuso, Díaz le pidió perdón y trató de justificar su comportamiento.
Finalmente, alrededor del mediodía, la mujer logró enviar un mensaje de socorro a su hijo, quien junto con un cuñado, la rescataron por la ventana mientras Díaz continuaba con la historia del asalto.
El 6 de noviembre, la mujer denunció el incidente en el Centro de Atención a Víctimas de Violencia de Género (CAVIG) y esta vez, decidió mantener su denuncia, explicando que había retractado denuncias anteriores debido a la manipulación de Díaz y el miedo que sentía.
En el juicio, la valiente mujer declaró: "(...) juro y pido perdón a mi esposo por decir la verdad y condenarlo", ante los jueces Alberto Caballero, Federico Rodríguez y Andrés Abelín Cottonaro.
Como resultado, Díaz fue condenado a 10 años de prisión por amenazas simples, coacción, lesiones leves y abuso sexual con acceso carnal, todos agravados por el vínculo y la violencia de género.
El fiscal Juan Manuel Gálvez y sus ayudantes habían solicitado 25 años de condena por los mismos delitos, mientras que la defensa oficial, a cargo de Alejandro Martín García, buscó la absolución de Díaz. Ahora, se espera que la defensa busque la revisión del fallo.