Nota a empleados de cooperativas que trabajan en el municipio

 


Un grupo de trabajadores que desempeña tareas de limpieza de cunetas y desagües en el ámbito de las cooperativas  municipales ha expresado su preocupación ante las condiciones en las que llevan a cabo su labor. 

Aseguran que, por un salario mensual de 180.000 pesos, deben enfrentarse a residuos altamente contaminantes —como pañales, jeringas y otros desechos— sin contar con el equipamiento básico de protección, como barbijos o guantes.

Según relatan, los responsables directos de supervisar estas tareas exigen un cumplimiento estricto de horarios, al punto de amenazar con despedir a quien falte un día o llegue tarde. 

“No dan margen para atender situaciones personales o de salud”, señalan los trabajadores. Agregan que, aun cuando se trabaja en condiciones insalubres, cada inasistencia se descuenta del salario, sin posibilidad de justificación, y no reciben compensaciones por riesgo de trabajo.

Este grupo también cuestiona la disparidad salarial entre los obreros y algunos jefes, quienes —de acuerdo con sus testimonios— perciben remuneraciones significativamente mayores y se desplazan en vehículos oficiales sin realizar la misma labor en terreno.

 “Nos sentimos desprotegidos. Mientras nosotros estamos expuestos a enfermedades y malos olores, hay superiores que cobran hasta casi el triple y pasan el día en la camioneta”, describen.

Las denuncias apuntan a que estas condiciones de trabajo precarias han provocado la renuncia de varios empleados. “No podés sostener a tu familia con 180.000 pesos y, encima, te exigen un compromiso que no se ve reflejado en el trato ni en los recursos que nos dan”, afirman.

Cabe recordar que en el presupuesto municipal del año 2024, el ítem correspondiente a cooperativas figuraba con una partida de 400 millones de pesos. Ante esto, los trabajadores exigen mayor transparencia en la administración de estos fondos y una mejora en sus condiciones laborales.

Ante esta situación, los trabajadores exigen a las autoridades municipales una revisión de sus salarios, el suministro de materiales de protección adecuados y la implementación de un protocolo de seguridad e higiene. “Solo pedimos que nos respeten y nos den las herramientas necesarias para hacer el trabajo de manera segura y digna”, concluyen.

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