Para la fiscal coordinadora de la UFI Anivi Valentina Bucciarelli y el ayudante fiscal Nahuel Ibazeta no caben dudas: al cabo del próximo juicio oral y público contra un jornalero de 20 años, un tribunal deberá imponerle una condena de 18 años de cárcel por los abusos gravemente ultrajantes contra su hijastra de 10 años y el abuso simple de la hermana de esa nena, que tiene 11 años.
Así lo plantearon ayer ante el juez Federico Rodríguez en la audiencia de control de acusación, en la que se depuran las pruebas antes de cerrar la investigación para que el caso pase a juicio.
En la misma audiencia, Fiscalía anticipó que pedirá que las nenas sean separadas de la guarda de su mamá, porque durante la investigación las psicólogas advirtieron que pueden estar siendo influenciadas por su madre para favorecer a su pareja, detenido desde junio pasado.
Diametralmente opuesta es la posición de Carla Manini, abogada defensora de ese obrero, no mencionado por tener un hijo en común con la madre de las víctimas.
Luego de intentar que este diario no cubriera la audiencia ("eso es violentar un derecho constitucional", le recordó la fiscal; el juez también remarcó que las audiencias son públicas), planteó el sobreseimiento de su defendido, con el argumento de que las menores habían sido manipuladas por su abuela, que no quiere al acusado.
Según su relato, esa mujer también maltrató a la madre de las niñas y tiene una pareja que "consume drogas".
El caso había sido denunciado justamente por esa abuela el 11 de junio pasado. Entonces el obrero quedó preso y, en opinión de Fiscalía, las pruebas confirmaron los múltiples ataques sexuales (al menos 4) cometidos contra la menor de las nenas cuando se quedaba a su cuidado, en Sarmiento.
Según la acusación, la investigación también confirmó que ese sujeto manoseó al menos una vez a la nena de 11 años, en una ocasión, a comienzos de este año, en que se la llevó en moto hasta un descampado.
Por toda la evidencia recolectada Fiscalía había ofrecido un acuerdo de juicio abreviado con una condena de 10 años para el obrero. Pero el acusado está convencido de que podrá zafar de la acusación y prefiere ir a juicio.
Un corte de electricidad en el Penal de Chimbas obligó a interrumpir la audiencia de ayer. Continuará hoy con la decisión del magistrado.
