Su historia de lucha conmueve y moviliza. Donatta Álvarez Páez dio cuenta, con su propio ejemplo, de que los milagros existen. Nació con gastrosquisis (intestinos afuera del cuerpo) y en sus cuatro meses de vida ya pasó por siete operaciones. Ayer estaba a punto de recibir el alta, pero para eso necesitaba al menos 11 tarros de una leche especial que había despertado la solidaridad de todo Sarmiento.
"Es tan chiquita que no sé de dónde saca tanta fortaleza, es un milagro que esté tan bien, sólo necesitamos esa leche para poder irnos a casa". Así, con la voz entrecortada, Fernanda Páez, la joven mamá de 19 años, resume la historia de vida de su pequeña. La chica oriunda de Media Agua está internada junto a su beba en el Hospital Guillermo Rawson hace 4 meses.
Fue a las 19 semanas de embarazo en un control de rutina, cuando a Fernanda junto a su pareja Matías Álvarez (23), les dijeron que la beba nacería con gastrosquisis. "Nos dijeron que era un defecto de nacimiento en la pared abdominal por el cual los intestinos de la beba salían por una pequeña abertura al lado del ombligo", expresó la mamá. El diagnóstico fue un golpe duro para la joven pareja que asumió que desde ese momento comenzaría una larga lucha: "Llegaron a decirme que lo mejor era que abortara porque la beba podría morir, pero jamás se me pasó por la cabeza pensar en eso, cuando sentía los latidos del corazoncito pensé que los milagros existen", contó Fernanda, quien afirma que se aferró a la fe, pidiéndole a la Virgen de Fátima y Guadalupe para que su beba naciera.
El parto llegó a las 36 semanas y Donatta pudo nacer con 8 meses de gestación. Nacer con vida ya significó el primer paso al milagro pero de ahí en más, a las órdenes del médico Paulo Medard, comenzó la otra lucha que la tuvo a la nena debatiéndose entre la vida y la muerte, de quirófano en quirófano. Con el fin de poner los intestinos en su lugar, Donatta pasó por tres operaciones del intestino grueso y tres del intestino delgado. La séptima operación fue la exitosa: se trató de una ostomía, con lo que le lograron ubicar los intestinos en una bolsita para que la beba pueda hacer una vida normal. "No te puedo explicar lo que sentía cada vez que la gorda salía del quirófano después de cada operación, y ni hablar cuando pasó de terapia Intensiva a Intermedia. Es una enorme luchadora", manifiesta la mamá a punto de quebrarse. Ella está sola en el hospital, pues Matías no tiene un trabajo estable y después de visitarlas por las mañanas, parte a Cochagual para hacer changas en una finca.
Fernanda afirma que desde chica siempre soñó con una maternidad cambiando pañales, pero la vida le puso otras cosas por delante y hoy debe estar pendiente de higienizar la bolsita de su beba. "Por algo Dios hace las cosas y yo estoy feliz de que ella ahora esté bien así", sostuvo la chica emocionada.
Ahora para poder irse por fin a su casa, el único requisito de los médicos para garantizar la calidad de vida de la beba en estos primeros meses de nacimiento, es que la familia cuente con al menos 11 tarros de leche "Nutrilón Pepti Junior".
Cada tarro de 400 gramos cuesta 6.500 pesos, algo casi imposible de conseguir para la pareja, pero el pedido en las redes sociales de sus allegados despertó la solidaridad de todo Sarmiento y ayer al cierre de esta edición ya habían conseguido varias unidades de esa leche.
A la espera de una solución, Fernanda y Donatta ya tienen todo listo para partir a Cochagual y que la beba por fin conozca su hogar.
Después deberá volver semanalmente al hospital para continuar un tratamiento que posiblemente será de por vida, pero esa será otra historia porque la pequeña Donatta ya le pudo demostrar a su familia que los milagros sí existen.
Para colaborar
"Nutrilón Pepti Junior" de 400 gramos es la leche extensamente hidrolizada que requiere la familia Álvarez Páez para que los médicos le firmen el alta a la pequeña Donatta. Para colaborar con la familia pueden comunicarse al teléfono 2645870092.
Fuente:Diario de cuyo