La odisea de sarmientinos esperando afuera del Rawson

 En un informe que perfectamente describió diario de cuyo, cuentan las historias de los sanjuaninos que tienen que esperar afuera del nosocomio.
Tapados con mantas, sentados en el cordón de la vereda o en algunas sillas que cada uno lleva desde su casa. Compartiendo una charla con alguien totalmente desconocido y en ocasiones hasta haciendo un fueguito para que la helada de la madrugada no se sienta con tanta intensidad. Así pasan las noches los acompañantes de algunos pacientes internados en el Hospital Rawson, ya que no se les permite ingresar a las salas del centro de salud, para respetar el distanciamiento social. Una de las veredas en las que más gente se junta en las noches, y que por momentos parece una sala de espera a la intemperie, es la de Maternidad. Desde el Hospital Rawson explicaron que desde que comenzó la pandemia sólo hay algunos servicios en los que se permite que haya acompañante, como Pediatría. Mientras que en otros sectores, los acompañantes no pueden entrar.
La mayoría de las personas llegan a esa sala de espera improvisada bien preparados. Llevan camperas de abrigo, mantas, gorros de lana, guantes y termos con agua caliente para el mate o para hacer café. Sin embargo, hay momentos que nada de eso alcanza para soportar el frío de la noche. Algunos, incluso, aprovechan un toldo que hay en una de las entradas que da a calle Santa Fe, para poder cubrirse de la helada. "Este toldito es de los vendedores ambulantes que durante el día venden ropa para recién nacidos. Ellos nos dejan que nos quedemos acá y hasta nos prestan las sillas que ellos usan a la mañana siguiente", dijo Ruth Gutiérrez, que llegó con su hijo y su nuera desde 9 de Julio. Si bien la mayoría de las personas entiende que la medida es por el protocolo de Covid-19, los acompañantes de los pacientes dijeron que les gustaría que aunque sea los dejen estar en algún lugar cerrado. Al menos, las noches en las que hace más frío. Además, los consultados dijeron que también les molesta la "falta de información". Los acompañantes de pacientes contaron que pasan muchas horas sin saber qué pasó con sus familiares internados: algunos dijeron que se enteraron que sus bebés nacieron hasta 10 horas después de que ocurriera el parto.
Roberto Santana y su papá Pedro Santana llegaron desde Media Agua, Sarmiento, en colectivo. Lo hicieron luego de que la mujer de Roberto fuera trasladada en ambulancia para dar a luz a uno de sus hijos. "Antes al menos te hacían esperar en las sillas de la sala de espera", dijo el hombre que llevaba más de 5 horas sentado en la vereda esperando tener noticias de su esposa y su bebé. "Nos dijeron personas que llevan más tiempo que nosotros esperando que tendremos que pasar la noche acá. No sabíamos eso y no vinimos tan preparados. Antes al menos nos dejaban en un lugar calentito. Eso tendrían que considerar", agregó Pedro y explicó que se sentaron en unas sillas que les prestaron unos vendedores ambulantes.

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