10 Consejos del papa para ser feliz


Decálogo. El papa Francisco esbozó una ‘fórmula’ de la felicidad, en la cual el pilar para alcanzarla es ‘vivir y dejar vivir’.
Vivir y dejar vivir, jugar, ayudar a otros, cuidar la naturaleza, buscar la paz, respetar a los demás y olvidarse rápido de lo negativo son algunos de los diez consejos para alcanzar la felicidad que el papa Francisco dio en una entrevista publicada ayer.

‘Viví y dejá vivir, es el primer paso de la paz y la felicidad‘, dijo el sumo pontífice.

Francisco esbozó una ‘fórmula‘ de la felicidad, en la que pone énfasis en el cuidado de la familia e incluye como prioridades el darse a los demás y actuar con humanidad.

La fórmula es una suerte de decálogo que Francisco delineó en su condición de Papa y de técnico químico, y al responder a una pregunta de la revista Viva en la que se le recordaba que los Beatles tienen una canción que dice: ‘Todo lo que necesitas es amor‘.

El Papa precisó los diez puntos de esa ‘receta‘, que invitó a adoptar: 1- Viví y dejá vivir. ‘Acá los romanos tienen un dicho y podríamos tomarlo como un hilo para tirar de la fórmula esa que dice: ’Anda adelante y deja que la gente vaya adelante’. Viví y dejá vivir, es el primer paso de la paz y la felicidad‘.

2- Darse a los demás. ‘Si uno se estanca, corre el riesgo de ser egoísta. Y el agua estancada es la primera que se corrompe‘.

3- Moverse respetuosamente. ‘En Don Segundo Sombra hay una cosa muy linda, de alguien que relee su vida. El protagonista dice que de joven era un arroyo pedregoso que se llevaba por delante todo; que de adulto era un río que andaba adelante y que en la vejez se sentía en movimiento, pero lentamente remansado. Yo utilizaría esta imagen del poeta y novelista Ricardo Guiraldes, ese último adjetivo, remansado. La capacidad de moverse con benevolencia y humildad, el remanso de la vida.

Los ancianos tienen esa sabiduría, son la memoria de su pueblo. Y un pueblo que no cuida a su ancianos no tiene futuro‘.

4- Jugar con los chicos. ‘El consumismo nos lleva a esa ansiedad de perder la sana cultura del ocio, leer, disfrutar del arte. Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una mamá joven le preguntaba: ¿Cuántos hijos tenés? ¿Jugás con tus hijos? Y era una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es clave, es una cultura sana. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y vuelven a veces cuando los hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo‘.

5- Compartir los domingos con la familia. ‘El otro día, en Campobasso, fue a una reunión entre el mundo de la universidad y el mundo obrero, todos reclamaban el domingo no laborable. Es domingo es para la familia‘.

6- Ayudar a los jóvenes a conseguir empleo. ‘Hay que ser creativos con esta franja. Si faltan oportunidades, caen en la droga. Y está muy alto el índice de suicidios entre los jóvenes sin trabajo. El otro día leí, pero no me fío porque no es un dato científico, que había 75 millones de jóvenes de 25 años para abajo desocupados. No alcanza con darles de comer: hay que inventarles cursos de un año de plomero, electricista, costurero. La dignidad te da la llevar el pan a casa‘.

7- Cuidar la naturaleza. ‘Hay que cuidar la creación y no lo estamos haciendo. Es uno de los desafíos más grandes que tenemos‘.

8. Olvidarse rápido de lo negativo. ‘La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano‘.

9- Respectar al que piensa distinto. ‘Podemos inquietar al otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo peor que puede haber es el proselitismo religioso, que paraliza: ’Yo dialogo contigo para convencerte’, no. Cada uno dialoga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo‘.

10- Buscar activamente la paz. ‘Estamos viviendo en una época de mucha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud, siempre es una paz activa‘.
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