Media Agua, Sarmiento. Hace dos semanas, una pareja que reside en el Barrio Patiño, en el departamento de Sarmiento, vivió una mañana de zozobra al ser amenazada por individuos sospechosos que rondaban la zona. A pesar de sus reiterados llamados al 911 y de acudir personalmente a la comisaría, los vecinos denuncian no haber recibido ninguna asistencia policial, lo que ha generado una profunda sensación de desprotección e incertidumbre.
El hecho, que tuvo lugar en horas de la mañana, comenzó cuando la pareja se percató de la presencia de dos hombres que merodeaban insistentemente por las cuadras del barrio. "Casualmente debíamos salir en ese horario y nos los topamos", relató una de las víctimas. La situación se tornó intimidante cuando, al percatarse de que estaban siendo observados, los sospechosos comenzaron a señalarlos de manera amenazadora.
Ante el temor de que su vivienda fuera el objetivo de un ilícito, la pareja decidió dar un par de vueltas por la zona para asegurarse de que todo estuviera en orden. "Estas personas nos señalaban de manera amenazadora por lo que nos habíamos dado cuenta de la situación", insistió la vecina. Veinte minutos más tarde, al volver a pasar por el lugar, solo quedaba uno de los individuos, quien nuevamente los amedrentó a la distancia.
Frente a la clara amenaza, los residentes no dudaron en solicitar ayuda a las autoridades. "Llamamos al 911 para que mandaran una patrulla y en ninguno (de los intentos) llegó", aseguraron. La falta de respuesta los obligó a tomar una medida más drástica: dirigirse personalmente a la Comisaría 8ª, con jurisdicción en la zona, para insistir en la necesidad de presencia policial.
La sorpresa y la indignación crecieron al llegar a la seccional. "Cuando voy a la comisaría había una chica policía, el resto nadie, y nunca llegó ningún patrullero por la mañana", detalló la denunciante.
Este episodio ha calado hondo en la percepción de seguridad de estos vecinos, quienes esperaban una realidad diferente en un departamento considerado más tranquilo que el Gran San Juan. "Estoy muy desconforme con la policía, pensé que la seguridad en Sarmiento sería lo primordial ya que es un pueblo chico. Te aseguro que con lo que nos pasó fue suficiente para saber de que nos puede pasar cosas muy feas y los últimos en llegar sería la policía", manifestó con frustración la vecina.
El sentimiento de desamparo se agudiza al observar los recursos con los que, en teoría, cuenta la fuerza. "Tantas patrullas nuevas y tantos agentes y personas recibidas en esa profesión para que al final todo sigamos en lo mismo. Es realmente muy triste", lamentó. "Somos personas que trabajan como muchas otras y nos destroza saber que esta gente haga lo que se le de la gana, y sobre todo que no haya seguridad. Es lamentable porque los chorros hacen de las suyas".
El reclamo de esta pareja es claro y urgente: una mayor presencia policial, especialmente durante las horas de la noche y la madrugada, para prevenir que situaciones como la que vivieron escalen a hechos de mayor gravedad.