Trabajadores del sector de la salud que prestan servicios en el Hospital Lloverá y otros centros de salud bajo la gestión de la empresa Prolim han señalado posibles irregularidades laborales. Entre las acusaciones se incluirían la falta de aportes a la obra social, incumplimientos salariales, y prácticas que podrían considerarse abusivas por parte de la empresa. Les quitaron del sueldo unos $100.000 sin argumento válido.
Según los testimonios, los empleados habrían recibido sueldos inferiores a los acordados y se les habría reducido el salario en comparación con la empresa anterior. Además, se les descontarían minutos de trabajo por llegar tarde, y no se les permitiría acceder ni tomar fotografías de los contratos. “El trato hacia nosotros es malísimo, nos gritan y no nos escuchan”, expresó uno de los afectados, quien pidió anonimato por temor a posibles represalias.
Otra de las denuncias señala que algunos empleados habrían sido despedidos luego de realizarse estudios médicos, pese a contar con autorización para ausentarse. Este hecho ha generado preocupación y descontento entre el personal, que considera que sus derechos laborales están siendo vulnerados.
Otra trabajadora que prefirió mantenerse en el anonimato relató un episodio que, según ella, evidencia las prácticas laborales cuestionables de la empresa Prolim. "Me quedé sin trabajo de la nada. Me llamaron con la excusa de renovar contrato y, cuando estaba llegando a la terminal, me dijeron que me habían echado", expresó. Pese a haber contratado abogados, afirmó que aún no ha logrado que se le pague lo adeudado.
Además, describió condiciones laborales que califica como degradantes: "Nos trataban como perros; no nos daban ni 10 minutos para desayunar, merendar o cenar". Según su relato, el maltrato psicológico y verbal hacia las trabajadoras era especialmente intenso: "El trato hacia las mujeres era muchísimo peor. Nos insultaban y nos decían cosas hasta hacernos llorar, incluso cuando estábamos con el período".
Asimismo, los trabajadores manifestaron que sus reclamos sobre los sueldos y recibos no habrían sido respondidos por la empresa. La falta de comunicación y las posibles irregularidades generan un clima laboral de incertidumbre y temor entre los empleados. “Mi miedo es que me dejen sin trabajo si se enteran que fui yo, pero es toda la verdad lo que te cuento”, afirmó un empleado.
Ante esta situación, los trabajadores solicitan la intervención del gobierno y la Subsecretaría de Trabajo para que se inspeccionen los hospitales y centros de salud, y se escuchen las demandas de los empleados. Esperan que las autoridades garanticen sus derechos y condiciones laborales.