Nació en Malimán Iglesia en 1939 un pueblo muy hermoso al pié de la cordillera en Iglesia, una de la mas chicas de una familia de diez hijos que tiene raices irlandesas.
Desde muy joven se aventuró a bajar de las montañas para trabajar en la ciudad, y ahí conoció a don Oscar Carrizo, un joven apasionado que era uno de los primeros pobladores de la Colonia Fiscal.
Allí vinieron una vida de ensueño formando una familia de cinco hijos, cuando la Colonia era un vergel y se daban frutales, melones, uvas y las mejores sandías del mundo, tiempos felices antes de que alguna mano negra le quitara el agua. (Algún día ampliaremos)
Si bien dedicó su vida a su familia, era una excelsa arriera, y quizás la mejor cocinera de estas pampas, con platos inigualables como ñoquis, tallarines, locro o sus impactantes empanadas.
Quizás el golpe más fuerte que le dió la vida fue cuando perdió a su compañero de casi 50 años, pero la vida también le dió una veintena de nietos que no la dejaron caer.
Fue una militante política de vieja guardia, dejando todo para su partido, pero más que nada fue y es una militante de la Colonia, siempre con su grupo de amigas, entre otras doña Dora Madaf o doña María y muchas más le pusieron el cuerpo a mantener las tradiciones del pueblo y le pusieron todo su empeño por progresar, impulsaron y levantaron la capilla de Santa Bárbara, armaban torneos, sorteos, chocolates y de todo para contruirla, y se construyó.
Siempre organizando y colaborando en eventos como la fiesta de la primavera, el día del trabajador, día del niño, novena de santa Bárbara y demás. Este domingo no fue la excepción y ayudó en todo en un evento para los niños en el pueblo
Siempre al servicio de los demás, siempre a disposición, siempre por la Colonia, doña Martha Marinero un ejemplo de generaciones.