Las mujeres descendientes de los pueblos originarios, participan de la lucha de sus pueblos para lograr proteger y conservar sus costumbres, se destacan por su cosmovisión, pero también son mujeres que ocupan cargos de liderazgos dentro de sus comunidades.
Una de ellas, es María del Carmen Zalazar, referente de la comunidad huarpe “Cacique Cochagual", tiene 6 hijos y 16 nietos; ella impulsa los emprendimientos de su comunidad “Buey Ancestral”, “Arte Huarpe”, además de realizar comida y medicina ancestral.
María dedica horas al tejido, escritura, orfebrería, costuras, para ayudar a la comunidad a revalorizar su cultura ancestral.
En el marco del mes de la mujer, María, nos comenta que, “si bien nosotras, como pueblos originarios no nos diferenciamos en nada a las demás, sí llevamos una línea de nuestra cultura todas tenemos aspiraciones según la crianza que se haya tenido, la inculcación de cada familia, pero sabemos que lo primero que tiene que hacer una mujer, es respetarse a sí misma, respetar a los demás, respetar las personas con las que está y tener patrimonio”.
“En lo que respecta a mí, hago de buena manera el trabajo cotidiano en la familia y trato de dar siempre el mejor testimonio de en una mujer, yo creo que eso es lo principal”, opina María.
Como María, las mujeres originarias cumplen un papel fundamental en la preservación de las tradiciones de su pueblo, son guardianas de la naturaleza y la sabiduría ancestral, encarnan el cambio en la construcción de un mundo más inclusivo.
