Protestas en Cochagual

 

Más de dos años después del terremoto que afectó a la Escuela Paulo VI en Cochagual, los padres de más de 140 alumnos de primaria han tomado la drástica decisión de tomar la escuela y dejar de enviar a sus hijos a clases a partir de hoy. La razón detrás de esta medida es la falta de avances en la construcción del nuevo edificio escolar, que se ha visto frenado en varias ocasiones, dejando a los estudiantes en condiciones precarias. 

 El edificio escolar original quedó inhabilitado debido a las "serias fallas estructurales" detectadas por un informe del Inpres luego del terremoto de 2021. Los niños no pudieron comenzar las clases a tiempo en marzo de ese año y solo pudieron hacerlo normalmente en la primera semana de mayo. La situación no ha cambiado desde entonces, a pesar de que la construcción del nuevo edificio escolar comenzó a fines de 2021. Gladys Campillay, madre de una alumna de 4to grado, explicó la difícil situación en la que se encuentran los niños.

 Los 13 módulos que funcionan como aulas se instalaron en el patio de la escuela, ya que el sector donde se encontraba el edificio dañado comenzó a reconstruirse. Esto ha dejado a los estudiantes sin un espacio adecuado para jugar, con solo "pocos metros" entre un módulo y otro. Además, han perdido el comedor donde solían tomar la leche con comodidad, ahora haciéndolo "donde pueden". La falta de un espacio adecuado y las condiciones de enseñanza inadecuadas han llevado a los padres a tomar esta drástica medida. 

 El Ministerio de Educación se ha mantenido relativamente al margen de la situación, con la directora de Educación Primaria, Cecilia González, abordando el tema sin referirse a las causas de los reclamos. Afirmó que los padres tienen la libertad de manifestarse y tomar decisiones, pero destacó que los niños que no asistan a la escuela tendrán inasistencias. Sobre el tema de la construcción del nuevo edificio, González evitó hacer comentarios. Por su parte, desde la Subsecretaría de Arquitectura, se mencionó que no han recibido notificaciones de un "cese definitivo" de la obra del nuevo edificio de la Pablo VI. Sin embargo, reconocieron problemas de provisión de materiales que ocasionalmente causan retrasos en la construcción.




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