Después de 18 años del violento femicidio de una joven de 17 años en Media Agua, uno de los asesinos que se había fugado sin dejar rastro fue atrapado este martes en la ciudad de Catriel de Río Negro, donde se ocultó desde el 2012 cuando creyó burlar a la justicia sanjuanina. Fue personal del Cuerpo de Investigación Judicial de Cipolletti quien lo detuvo, luego de cruzar datos a partir de una nota de Historias del Crimen publicada tiempo de SJ, que lo dejó al descubierto.
Se trata de Jesús Antonio Mereles, quien había sido condenado a prisión perpetua por el crimen de Antonia de los Ángeles Brizuela pero que por una demora judicial siguió el juicio en libertad y, a pesar del fallo en su contra, así continuó hasta que encontró la oportunidad perfecta para desaparecer. Es que como la decisión no estaba firme, ese día de la audiencia final salió caminando tranquilo por la puerta de Tribunales para nunca más regresar a comparecer.
Al parecer, el prófugo de la Justicia se había asentado en la localidad situada a 130 kilómetros de la capital provincial y allí trabajaba en la petrolera Medanito S.A. En pareja con una mujer de esa ciudad, el peligroso delincuente que fue penado por la violación y el asesinato de Brizuela vivía sin afrontar las consecuencias del hecho que llevó a su cómplice, Roberto Menéndez, a cumplir la condena tras las rejas.
Fuentes allegadas a la detención del femicida y violador, llevada adelante por la Brigada de Cipolletti, indicaron que comenzaron a seguirle el paso luego de haber conocido la historia que fue publicada en julio de 2019. En la nota no sólo aparece el nombre del prófugo sino también su foto, por lo que rápidamente fue identificado.
Los investigadores corroboraron sus datos personales, ya que el condenado estaba registrado en blanco en la empresa. Lo siguieron de cerca, al punto de que Mereles pudo sospechar que estaban tras él. En los últimos días se había ausentado de su trabajo sin dar aviso; quizás temía que lo hallaran. Finalmente, en una zona céntrica de Catriel lo apresaron cerca de este mediodía.
En un sitio en el que son pocos y se conocen mucho, nadie se imaginó que uno de sus ciudadanos estaba involucrado en semejante homicidio. "No podemos creer. Nunca nadie hubiera pensado en eso. Era un tipo normal, jugaba al fútbol en la Liga barrial. Desde hacía varios años estaba acá en Catriel", sostuvo un joven que lo conocía tras dialogar con este medio.
Tras la aprehensión de las autoridades rionegrinas, el juez de Cámara Maximiliano Blejman realizó un exhorto para que Mereles sea trasladado de inmediato a San Juan y cumpla con la pena, como corresponde. Se espera que emprenda el regreso a la provincia bajo custodia en las próximas horas, para luego quedar alojado en el Servicio Penitenciario.