Tenía 16 años cuando el 27 de marzo de 2004, a la salida de un boliche, la muerte ensombreció todo. Iba caminando junto a un amigo a la vera de Ruta 40 y a poco más de media cuadra de calle Barboza sufrió una brutal caída. Ricardo “Piri” Gómez iba en la misma dirección a bordo de una moto y, según aseguraron testigos, quiso tocarle la cola. La maniobra le valió una embestida que hizo que Romina perdiera el equilibrio y su cabeza diera contra el pavimento. Nunca más despertó.
"Les decía a todos que la que estaba en el cajón no era mi hermana; que no se parecía. Y me respondían que sí; que estaban hinchada por los golpes. Sí es ella. No quería que te dejaran en el cementerio porque ibas a estar sola. Un enfermo destrozó nuestra vida en cuestión de segundos. Lo más triste de todo es que no tuviste justicia. Tenías sólo 16 años y un montón de proyectos. Estabas empezando a vivir. Y el HDP que te mató no estuvo ni un solo día preso. No quiero que la gente te olvide", destacó el mensaje.
Sobre el caso, tras pedidos de justicia, marchas y reclamos, el juicio a Gómez se realizó y tuvo una sentencia que agregó más dolor a los Chirino. Fue condenado a 3 años de prisión fuera de la cárcel y 5 de inhabilitación para conducir por "homicidio culposo sin intención" ya que no se consideró el pedido de la familia para juzgarlo por “abuso sexual seguido de muerte” y sí se valoró que Romina iba por la calle (no a la vera) y en el mismo sentido del tránsito, es decir que estaba en infracción.
La previa estuvo plagada de cuestionamientos y se consideró que Gómez nunca quiso abordar a Romina en una maniobra de abuso. Fue uno de los casos de siniestros viales más polémicos de San Juan y en los que la familia sigue buscando justicia.
"Es una mezcla de sentimientos porque Romina no está, por que los responsables de su muerte viven como si nada hubiera pasado. A la fiscal Liliam Ramos López que no le importó tu muerte y el juez Enrique De la Torre tampoco hizo nada. La justicia poco hace y nuestra lucha continúa. Jamás vamos a dejar de pedir justicia. El dolor y la tristeza continúan y la bronca de lo que se pudo hacer y no se hizo", señaló su mamá Clara Chirino que, junto a su familia, son parte de la asociación civil Familias del Dolor y la Esperanza.
"La muerte de Romina, para mí, es como si hubiese pasado ayer. Sólo me doy cuenta del paso de los años cuando miro a mis otros hijos que eran chicos cuando nos pasó todo esto. Fue una vergüenza el juicio y mucho más que ese hombre siga manejando.Hace poco atropelló y abandonó a un hombre, viudo y padre de 6 hijos. Podría haber muerto si no lo ayudaban. Eso me hizo recordar todo y la indignación por la impunidad con la que se maneja es inmensa"
Fuente:La Provincia