Si bien es de antaño que cuando se empieza a vislumbrar la época de elecciones comience la campaña sucia de unos contra otro, desde hace un par de semanas ya hay señales que que esta época electoral va a ser fuerte.
Aprovechando el fallido del edil Campillay que tomó trascendencia nacional varios operadores empezaron a bombardear a la intendencia de Cacho Martín con cadenas de whatsapp, a varios de sus principales funcionarios, acusaciones de todo tipo desde coimas para cobrar expedientes hasta asados para amigos a costa del municipio incluyen algunas, una de las cadenas firma en nombre del concejal Ariel Furió, pero desmintió categóricamente su participación.
De otro lado en estos días contrarrestaron estas cadenas con injurias a ex integrantes de la municipalidad, a personas con varias sospechas de hacer trabajos sucios en elecciones anteriores.
La cuestión que quienes o quien realiza estas cadenas incurren en delitos penales como calumnia e injuria, además de civiles, en el caso del delito penal pueden llegar a tener penas de multa muy elevadas, y en el caso del ilícito civil un juez podrá obligar con fuerza pública a que indemnice a los damnificados, a que cesen en sus actividades, y si lo pide el pasivo a que se publique a costa del dañino la sentencia en un diario de tirada provincial.
La cuestión que no se aprende más, en un pueblo tan chico donde nos conocemos casi todos me parece que antes de dañar es mejor colaborar, antes de hacer paredes hay que tender puentes.
Aprovechando el fallido del edil Campillay que tomó trascendencia nacional varios operadores empezaron a bombardear a la intendencia de Cacho Martín con cadenas de whatsapp, a varios de sus principales funcionarios, acusaciones de todo tipo desde coimas para cobrar expedientes hasta asados para amigos a costa del municipio incluyen algunas, una de las cadenas firma en nombre del concejal Ariel Furió, pero desmintió categóricamente su participación.
De otro lado en estos días contrarrestaron estas cadenas con injurias a ex integrantes de la municipalidad, a personas con varias sospechas de hacer trabajos sucios en elecciones anteriores.
La cuestión que quienes o quien realiza estas cadenas incurren en delitos penales como calumnia e injuria, además de civiles, en el caso del delito penal pueden llegar a tener penas de multa muy elevadas, y en el caso del ilícito civil un juez podrá obligar con fuerza pública a que indemnice a los damnificados, a que cesen en sus actividades, y si lo pide el pasivo a que se publique a costa del dañino la sentencia en un diario de tirada provincial.
La cuestión que no se aprende más, en un pueblo tan chico donde nos conocemos casi todos me parece que antes de dañar es mejor colaborar, antes de hacer paredes hay que tender puentes.
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