El juez y la fiscal que investigan el caso del chico que murió electrocutado en Cochagual, volvieron a la casa donde se produjo la tragedia. En compañía de los peritos de la Policía realizaron una inspección ocular en la vivienda, con miras a establecer si hubo un homicidio doloso o sólo se trató de un accidente.
La medida judicial realizada en la tarde de este martes estuvo encabezada por el juez Benedicto Correa, del Quinto Juzgado de Instrucción, y la fiscal de instrucción Claudia Salica, junto a los peritos de Bomberos y la Policía Científica. Se centraron en recorrer el exterior e interna de la vivienda de la finca Castillo en calle El Topón, en el distrito sarmiento de Cochagual Sur. En esa casa, casi abandonada, murió Lautaro Miranda el 2 de junio último. El adolescente de 14 años jugaba con su hermano menor, en un momento se apoyó en el marco de una ventana y recibió una fuerte descarga eléctrica que minutos más tarde le costó la vida.
El chico vivía en la casa vecina y dicen que era amigo del principal acusado, Alberto Castillo, de 45 años, el propietario de la finca. Es más, le cuidaba el caballo. Este hombre quedó en la mira y luego fue detenido porque, según testimonios, había dicho que iba a electrificar ese rancho para evitar que los robos. La sospecha es que el chico murió por una descarga de corriente preveniente de una conexión que hizo especialmente para proteger la propiedad.
Según la Policía, en aquel momento circuló la versión que a poco de producirse a la muerte de Lautaro, Castillo regresó a la finca y retiró la conexión eléctrica de la ventana para que no lo culparan de la muerte.
Los policías hicieron este martes una inspección ocular y revisaron las instalaciones eléctricas de todo el interior de la vivienda con el fin de elaborar el informe pericial. El juez Correa y la fiscal Salica vieron que las conexiones de los cables eran rudimentarias y estaban pocas cuidadas. Lo que buscan establecer es: si había algún cableado que llevara corriente a la ventana o las puertas, que haga sospechar que electrificó los accesos, reveló una fuente judicial.
El objetivo es determinar si hubo un homicidio doloso o un homicidio culposo, o sea accidental y sin intención. Es decir, si realizó una conexión eléctrica sabiendo que podía provocar un daño a otra persona o todo fue un hecho fortuito producto de una fuga de corriente. De eso depende, por ahora, la suerte de Castillo que permanece detenido desde el mes pasado. Es que si dan por acreditado que hubo intencionalidad, quedará preso, caso contrario será excarcelado.
Fuente:Tiempo de SJ