La crisis arrasa con el trabajo en la zona oeste


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Desde el 2018 y en lo que va en este 2019 la situación económica nacional se ha agravado a un estado prácticamente de emergencia, para hacer una triste analogía Argentina está como un enfermo en terapia intensiva.
Estamos superando negativamente hasta números del 2001, todos los días cierran empresas grandes, esta semana se fueron Hitachi, Levis y wrangler por ejemplo.
La provincia no es ajena a lo macro a pesar que sea la que tiene mejores números.
En el centro de San Juan 1 de cada 10 negocios están cerrados lo que deja una especie de cementerio comercial, hasta los bancos se van del microcentro porque no pueden costear los gastos.
En Media agua también varios negocios están cerrando las puertas, pero donde se está agravando la situación es en el oeste principalmente en Los Berros donde ya son 140 los despedidos o parados aproximadamente desde el 2018 y lo que va del 2019,no hay demanda de cal ese  el quid de la cuestión, por lo tanto la mayoría de las empresas trabajan al -%40 o -%50 de su capacidad productiva lo que se traduce en una menor necesidad de empleados, además de una gran cantidad de pequeños hornos parados por la misma problemática.
El 2018 cerró con números negros para la construcción y la industria.  la construcción, que había arrancado el año fogoneada por el boom de los créditos UVA, perdió 20,5% en diciembre y cerró el año con un magro 0,8%.
Para este año las expectativas de los dos sectores son pobres. La industria prevé una caída fuerte en el primer trimestre y luego una recuperación paulatina, que la llevará a cerrar el año con una baja del 1,5%. Desde la construcción se espera que la actividad toque piso durante el resto del verano y que se mantenga estancada en los meses siguientes, con bajas chances de reactivación según infobae.
Lo cual lamentablemente se esperan más despidos y más familias sin sustento económico.
La caída del salario real, que persistirá al menos hasta abril, y las altas tasas le restarán chances a la industria, la gente no puede comer, lo menos que piensa es en construir, y desde la obra pública siguen los números estancados.


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