Pero hay que pensar en un país de avanzada como el que soñáron Alberdi o Belgrano y en vez de deprimirnos por una situación de fútbol deprimirnos por el estado de la educación, de la salud, de la pobreza, del descalabro que está generando este gobierno que nos está embargando el futuro, de las causas que dejó el otro y su puro cuestionamiento, de la brecha de los ricos con los pobres, que desde que se instauró la democracia todos los presidentes defraudaron a la patria, que en nombre de la justicia social desde un presidente o presidenta hasta un concejal intenten robarte todo, que un colectivero, un panchero o un médico intenten robarte en la general,
y estaría meses sin parar describiendo acciones y situaciones que deterioran a este hermoso pero estúpido en si mismo país.
Es momento de parar la pelota o tirarla afuera y decir basta hagamos las cosas bien o esto así no da para más.