La historia de Media agua y las reliquias de San Antonio.

El padre de la parroquia de San Antonio de Padua de Media Agua, Marcelo Alcayaga, lo califica como "un milagro”. Que lleguen dos veces reliquias de las consideradas "de primer grado” porque son parte del cuerpo de un santo, a un mismo lugar, no es tarea sencilla. Más cuando se robaron las primeras en 2009 y nunca más aparecieron. Las tratativas en Italia las hizo la misma familia, los Rissetto, que viven en Sarmiento, y dieron sus frutos. En la última Nochebuena se conoció que se aprobaba la llegada, otra vez al templo mediagüino, de parte del tejido del reconocido santito. Y este domingo 12 de marzo se produjo la entronización que tuvo a todos los antonianos sanjuaninos eufóricos.
 
La historia se remonta a 1987,  cuando el Viceprovincial de la Basílica de Padua, Italia, Olindo Baldazza junto a otro franciscano, pasando por Cochagual, en Sarmiento, tuvieron un inconveniente en el automóvil en que viajaban. Al ser auxiliados por los oficiales de Policía de la Seccional 8°, solicitaron hospedaje en la Parroquia. Los vecinos contactaron a los italianos con un mecánico. Se trataba de Ángello Risetto, quien además era ministro de la Iglesia Católica, y había heredado la fe por San Antonio de sus padres, Emilio Rissetto y María Pandimiglio. Los tres habían llegado desde Italia a Sarmiento en la década del ´50.
 
Como era de noche, el mecánico los invitó a cenar a su casa y los puso en contacto con el padre Carlos Campillay, quien les contó que en ese lugar el Patrono era justamente San Antonio de Padua. Así fue que los sacerdotes franciscanos pasaron la noche en el templo de San Antonio en Media Agua, hasta el otro día que pudieron arreglarles el vehículo y seguir su peregrinaje. Los franciscanos, agradecidos, consiguieron un pequeño trozo del cutis de San Antonio y Emilio y su esposa María viajaron a Italia para traer esa reliquia a su templo en Media Agua.
 
Las reliquias llegaron a San Juan el 16 de octubre de 1987, portadas por don Emilio y su esposa. Se trataba de tejidos del cutis del Santo, que habían sido extraídas en 1981 de la tumba del Santo, fallecido en el año 1231. 
 
El robo
 
A las que llegaron a San Juan se les dedicó gran devoción y se les adjudicaron numerosos milagros hasta que en la madrugada del 14 de Junio de 2009 se encontraron con que habían sido sustraídas de la caja que las custodiaba en el templo. Por el robo, se hicieron 21 allanamientos, trabajaron varias divisiones de la Brigada de Investigaciones de la Central de Policía, junto a la Comisaría Octava. Quien era juez de turno en ese momento se trasladó al lugar para dirigir las medidas, la jueza de Paz de Sarmiento se sumó a la investigación, y más tarde le dieron participación al Juzgado de Menores. En una medida sin precedentes en ese momento, el Ministerio de Gobierno pagó por pesquisas, pero nunca más se esclareció el hecho y las reliquias desaparecieron para siempre.
 
"No pasó nada con eso, y con estas segundas reliquias se quiere dar vuelta la página, tanto tiempo que ha pasado. Especulaciones nada más, algunos dicen que se las llevaron por cosas de brujerías, otros dicen que los ladrones pensaban que el relicario que tenía el pie de metal de bronce habrían pensado que era de oro”, contó el padre de San Antonio de Padua, Marcelo Alcayaga.

La segunda oportunidad
 
"La familia Rissetto estuvo siempre vinculada, tanto para hacer llegar la primera como para la segunda, han intervenido siempre”, apuntó el cura. Años después, el Padre Marcelo supo que  María de Rissetto podría comunicarse nuevamente con el Padre Olindo Baldazza y le pidió a ella que le pregunte si existía alguna posibilidad de iniciar los trámites pertinentes para solicitar nuevamente una reliquia.
 
El Padre Olindo ya no pertenecía a la Pontificia Basílica del Santo, ya que había sido trasladado. Entonces, un pariente de los Rissetto en Italia, el señor Aldo Ravenna tomó contacto con los Frailes Menores Conventuales de la Basílica quienes lo orientaron para realizar el nuevo pedido.
 
También pidieron documentación sobre la primera reliquia y cómo sucedió el hecho desafortunado, para estudiar el caso.
 
Fue así que el padre Alcayaga envió una carta documento con pedido expreso, firmada y con el sello de la Parroquia, la cual fue avalada por la firma y sello del Obispo de la diócesis Monseñor Alfonso Delgado. Esto  porque cualquier comunidad o persona puede pedir reliquias pero siempre debe ser el pedido avalado por el Obispo del lugar.
 
La carta fue llevada hasta Padua por el padre José Antonio Fuentes, ya que él visitaba Roma en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud. Tuvo una  entrevista con el Rector Principal de la Pontificia Basílica del Santo, el padre Enzo Poiana, quien le respondió: "No es fácil pero creo que es posible”. 
 
Pasó el tiempo y los mediagüinos recibieron la noticia de que el padre Enzo había fallecido. Y más aún, la carta de solicitud certificada, había desaparecido. Rápidamente, el padre Marcelo redactó una nueva carta con las firmas y sellos propios y del Obispo y las envió a Ravenna por mail. Quedaron a la espera de que el Principal de la Diócesis Provincial Antoniana de Italia, padre Franciscano Giovanni Voltan, estudiara el caso y aprobara la resolución a favor.
 
Así fue que el 24 de diciembre de 2016, el señor Ravenna  comunicó la noticia: "Nuestro pedido ha sido aceptado y la reliquia está en nuestro poder, en Chiavari, a unos 400 kilómetros de Padua. Esa Nochebuena, con inmensa emoción, el padre Marcelo junto al Vicario Parroquial Aníbal Sánchez, comunicaron la histórica novedad a todos los fieles que celebraban la Santa Misa. Hubo un aplauso interminable y lágrimas de felicidad ese día.
 
Más seguridad
 
Como la reliquia venía en un sobre lacrado y debía adaptarse al relicario encargado para su fin, desde el 4 de febrero último a la fecha, se dedicó el tiempo para preparar adecuadamente el lugar de exposición, en un trabajo realizado por Emilio Rissetto.
 
Con la entronización de esos restos, este domingo, la comunidad antoniana podrá tener nuevamente muy cerca a su santo. Para protegerlos, tras el robo, el relicario se pondrá en un sitio blindado, según contó el padre Alcayaga, con la fe puesta también en que no se repita el desafortunado episodio que malogró las primeras reliquias. 
 
"San Antonio es famoso como santo de los novios, yo le digo el santo de los milagros grandes, es de muchas cosas, para los milagros difíciles. Cura gente de cáncer, salva moribundos, yo lo sé de testimonios que he recibido, de gente por las que ha hecho cosas grandes, aparte hace encontrar las cosas perdidas”, concluyó el padre Alcayaga. 
San Antonio: de la tristeza por el misterioso robo a la alegría por las segundas reliquias

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