Para abril ya funcionaria la SUBE

Por debajo de las acartonadas declaraciones acerca de la demora de la implementación plena de la tarjeta SUBE en la provincia arde una pulseada que tiene de un lado a los empresarios de colectivos y del otro al gobierno nacional.

Puede que existan los inconvenientes técnicos por pulir. Puede que falte algún ajuste por aquí o por allá. Pero en Nación dudan acerca de la verdadera razón de la pereza empresaria  y aprietan donde más duele: en los subsidios.

Así lo reveló  una alta fuente provincial días atrás. Recién entonces trascendieron algunos detalles que echan luz sobre la maquinita en cuestión.

El ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, tuvo que escuchar el pataleo de los empresarios cuando supieron que de 1.200.000 litros de gasoil subsidiado previsto para San Juan tan solo iban a llegar 600.000 litros. Antes del fin de semana largo de carnaval, el funcionario uñaquista acompañó a una delegación sanjuanina hasta el Ministerio de Transporte de Nación, con el reclamo debajo del brazo. Pero la respuesta que trajeron tuvo tono de ultimátum.

Habrá subsidio suficiente siempre y cuando la totalidad de las empresas sanjuaninas de transporte público de pasajeros implementen la tarjeta SUBE en un plazo con fecha de vencimiento. Se habló específicamente del 8 de marzo.

Con esa condición tuvieron que regresar todos a San Juan. Fueron a reclamar y volvieron en deuda. En el gobierno provincial le encontraron lógica suficiente al planteo de la cartera que conduce el macrista Guillermo Dietrich.

Esto es así porque hoy los números de boletos cortados, escolares, personas con discapacidad, primera y segunda sección, corta y media distancia, son todos provistos por las propias empresas a sola declaración jurada. Igual calidad enunciativa tiene el cumplimiento de frecuencias, horarios y recorridos de cada una de las líneas en circulación.

Todos estos datos duros quedarán registrados en tiempo real cuando el sistema migre por completo a las máquinas de la tarjeta SUBE, con monitoreo satelital permanente. Si el chofer salió a tiempo y si llegó a tiempo, si cortó efectivamente los boletos que decía que cortaba, si la proporción de escolares era realmente la declarada, todo quedará transparentado sin atenuantes.

Pero, más allá del honor a la verdad, la pulseada de fondo en torno a este sistema autónomo tiene que ver con el histórico lamento de las empresas de transporte de pasajeros, acerca de que los números no cierran y requieren combustible subsidiado, además de condonación de deuda de patentes, entre otros mecanismos compensatorios diseñados por el Estado.

Esta ecuación de costos, donde también entran los salarios, arroja la tarifa que se actualiza anualmente en enero y que en esta ocasión promedió un aumento superior al 30 por ciento para el usuario del servicio.

Sin embargo, al menos hasta hace unos días atrás, quienes podían utilizar la tarjeta SUBE seguían abonando la tarifa anterior al último aumento, según confirmaron pasajeros habituales.

El sistema fue anunciado y lanzado oficialmente en septiembre del año pasado por el entonces gobernador José Luis Gioja. Desde ese momento comenzó la venta de tarjetas y se habilitó la carga virtual en puestos distribuidos en distintos puntos, con algún inconveniente menor. El principal obstáculo sigue siendo que algunas líneas todavía no cuentan con las máquinas operativas. La gente quiere, pero no puede.

El gobierno nacional puso a la tarjeta SUBE en un platillo de la balanza y los subsidios en el otro. El ministro Dietrich adelantó que habrá cambios en el modelo vigente. "Los subsidios al transporte van a continuar, pero vamos a ir modificando el modelo, y para ello estamos terminando de ver todos los costos del sistema, conciliando la información y trabajando para que el sistema en el Área Metropolitana Buenos Aires permita un control más importante”, dijo en una entrevista con Radio Continental el 30 de enero.

La referencia a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no obstante, no ocultó un modo de valorar el sistema de transporte público de pasajeros en general. San Juan no sería la excepción.
Tarjeta SUBE: Ultimátum a empresarios de colectivos
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