Gatillo fácil de la metropolitana

Sigue grave el joven baleado por un metropolitano

Lucas Cabello, de 20 años, permanece en terapia intensiva del Hospital Argerich y perdió el bazo y la movilidad en manos y piernas luego de recibir tres disparos de parte de un agente de la Policía Metropolitana, presuntamente, tras una discusión. El acusado -quien sigue libre- dijo que la víctima tenía un arma y alegó "legítima defensa". "Qué va a tener un arma, si tenía un sándwiche de milanesa en la mano", aseguró Rubén, el padre del joven que "pelea por su vida".

El hecho ocurrió anoche en Rodríguez al 500 del barrio porteño de La Boca, y la discusión fue con un policía metropolitano que custodiaba el lugar desde hace días, por denuncias de problemas entre vecinos de otros departamentos. El agente, cuya identidad no se dio a conocer, quedó en libertad tras declarar, "se defendió" y que el muchacho, que trabaja de "trapito", estaba "armado".
Rubén Cabello, padre de Lucas, contó que su hijo tiene "la médula reventada", por lo que los médicos del Hospital Argerich le dijeron que, si sobrevive, "las manos y las piernas no las va a poder mover" más. Según contó el hombre, todo sucedió cuando el muchacho llegaba a su casa con su hija de dos años tras "comprar dos sándwiches de milanesa".
"Esto es obra de un chiflado, de un chabón que no está apto para tener un arma... es un caso de gatillo fácil", denunció el hombre y precisó que el joven perdió un testículo por un disparo. "Capaz que hubo una discusión", admitió, pero "tampoco para sacar un arma y acribillarlo".
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