No hay asunto seguro al 100 % cuando intermedia el voto de confianza, por eso es que el propio José Luis Gioja prefirió no hablar de su rol como diputado antes de resultar electo. Pero si hay un caballo ganador que pagaría apenas centavos en una carrera de cualquier hipódromo, ése es el trámite electoral al que se someterá el gobernador sanjuanino: ocupa el primer lugar de la lista de diputados, con la mayor aceptación tanto por frente como por liderazgo. Será cuestión de esperar, entonces.
Autorizados por las altísimas probabilidades a analizar la postulación, lo primero que surge es un apreciación contundente: no habrá que convalidar un desempeño standard para Gioja en la categoría diputado, sino más bien considerarla una estación intermedia hacia otros horizontes, cuyo destino será conocido más bien sobre fin de año.
Cualquiera de ellos requiere previamente la condición de diputado, ya sea por el juego que pueda abrirse en el propio Congreso como la eventualidad de ser llamado a un rol ejecutivo si es que Daniel Scioli gana y le encuentra a su socio sanjuanino un lugar alejado del desgaste donde pueda dedicarse al bordado político.
Vamos por lo primero, el Congreso. Ingresando a la Cámara Baja, José Luis Gioja se convertirá en uno de los legisladores electos de mayor trayectoria y peso político del cuerpo, junto a De Vido y algún otro gobernador en las listas como Urribarri, sin contar a ministros y actuales funcionarios como Kicillof, Garré o Wado De Pedro.
Natural será entonces que Gioja suene como postulante para los cargos más importantes del cuerpo, tanto institucionales como de bancada. Pero aquí habrá que hacer algunas salvedades, porque se juega en un terreno escarpado donde la relevancia política o el peso específico de cada protagonista deberá pasar el filtro del interés político del momento: la marca pegajosa del kirchnerismo hacia el eventual gobierno de Scioli.
Gioja no es ultra kirchnerista ni bonaerense, por lo tanto su nombre pierde algunos enteros en la pulseada por la presidencia de la Cámara de Diputados, el tercer cargo en el orden jerárquico del país luego del presidente y el vice. Qué más quisiera Scioli que un presidente de Diputados con la espalda y el manejo de Gioja en un recinto que conoce como la palma de su mano, el asunto será si a ese cargo lo cubrirá Scioli o lo cubrirá CFK, como ya ocurrió con el vice Zannini.
Por lo visto hasta ahora con las listas, la sensación predominante es que ocurrirá lo segundo. Si es así, el postulante más firme a la presidencia –como ya lo afirman todos- es el actual secretario general de la Presidencia, el camporista Wado De Pedro, armador estelar de las listas por otro lado en especial en el desgaste al massismo bonaerense. De ese modo, el kirchnerismo puro cerraría el juego de tenazas con Zannini de vice y De Pedro como presidente de Diputados. Cargo éste que se renueva cada año, a diferencia del vice y presidente del Senado.
Otra posibilidad que se abre para Gioja en Diputados es la de encabezar el bloque del Frente para la Victoria, aunque ésta es una alternativa mucho más lejana. Ocurre que se trata de una distinción que significa una sobredosis de trabajo en despachos y comisiones tejiendo números, cerrando acuerdos para buscar concesos y quorum, y cerrando los debates de las sesiones más calientes. Se ha dicho que la salud del gobernador sanjuanino es un impedimento para seguir como mandatario, no se ahorraría mucho esfuerzo cayendo como operador de la diaria en Diputados. Allí está hoy la kirchnerista Juliana Di Tullio y si cambia es posible que entre nada menos que Máximo Kirchner.
Otras alternativas son la que se abren para Gioja en un eventual gobierno de Daniel Scioli. Ya lo dijo en candidato, Gioja "es un sabio y hay que aprovecharlo”, el tema es dónde encontrar un especio donde desarrolle su trabajo conservando el cuidado de la salud. Primero lo primero: que gane Scioli. Elemental punto de partida que no está asegurado ni de cerca.
Si se concreta, comenzar a dibujar las alternativas que, lógicamente, ya están conversadas informalmente de antemano. Sería demasiado pensar al sanjuanino como eventual Jefe de Gabinete: para valorarlo alcanza con medir la agitación de Capitanich antes y Aníbal Fernández ahora. Tal vez insuperable por lo que podría aportar, pero descartado. O casi, para dejar un mínimo margen.
Otra alternativa sería la Secretaría General, el cargo que ocupó largamente Oscar Parrilli hasta que fue movido hacia la SIDE, el área más espinosa del gobierno por estos días luego de lo de Nisman-Stiusso. Allí se designó a
De Pedro, con futuro en Diputados igual que Gioja. Se trata de un espacio formateado para un operador político como lo fue Parrilli y lo es De Pedro. A Gioja le calza justo el traje por sus condiciones y también porque se trata de un cargo sin tanta demanda en la diaria como el jefe de Gabinete. Además, en esos despachos se cortan buenas tajadas de la torta del poder, un dato que no hay que dejar pasar por alto.
Se habló y se habla aún de otro cargo relevante, más para la agenda sanjuanina que para la nacional: la embajada argentina en Chile. Gioja conoce Santiago como pocos lugares del mundo, el mismo coqueto edificio de la embajada lo tuvo de paso centenares de veces. Se completa el cuadro con el hecho de que en la capital chilena estará buena parte de la médula política sanjuanina en los próximos años: el inicio de la construcción del túnel por Agua Negra, que para el año próximo cuando arranque la cuestión ya esperan tener licitado. En Chile estará también la sede para las negociaciones mineras, en especial por Pascua Lama.
Demasiadas razones como para que la posibilidad de reemplazar a su amigo Ginés González en la sede diplomática de Santiago no se convierta en una tentación. Será, para el caso, otra carta arriba de la mesa para el día en que se decida la estación final.
Fuente:tiempo de San juan
Tags
José Luis Gioja